Salió el sol. Voy a ir a dar una vuelta por la plantación.
Saludaré a la gente que trabaja conmigo y me quiere.
Comeré algunas frutas. Miraré en detalle algunas plantas.
Sé que hablaré de la fiesta del fin de semana
(por primera vez no aparecí ninguno de los cuatro días).
Caminaré entre los saucos y los alamos.
Voy a ir a hablar con los caballos.
En mis días aparecen grandes olas de tristeza que no trato de surfear.
Me sacuden y empapan, a veces me dejan tirado.
Me dejo revolcar.
Martín aparece muchísimo.
Estoy tratando de soltarlo según el bardo budista.
Hoy cumplimos 24 años de casados con Lali.
le voy a regalar un masaje
y vamos a salir a comer los cuatro que acá estamos
pronto volveremos a ser solo dos
dimos una larga vuelta.
Hoy salió el sol,
voy a sacar algunos yuyos y cuando esté cansado
me voy a tirar al lado del río a calentarme.
Cuando esté caliente me voy a tirar al agua.
y así
ayer me sentí un bendecido por haber tenido un hijo como martín
porque nos haya elegido para recibirlo.
Me siento elegido por un montón de cosas
los amigos, los amores,
las montañas, los bosques y otras costas
malcriado por la vida.
me calentó la madrugada
un rayo de alegria en la panza
1 comentario:
hola, volvi a tu blog, y me encuentro con que tampoco se surfear las tristezas..., tambien vivo en el sur, tambien estoy con mis hijos un poco lejos auqnue momentaneamente...segui escribiendo que es un placer leer...
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