un viento de atardecer
me pierde en la estepa
entre nubes rosadas
de suelo que vuela
crece
el soplido.
rugido, clamor,
deseo, manifiesto,
creo un movimiento,
una vanguardia tardía,
convoco a los solitarios
a una asamblea extraordinaria,
urgente, dentro de mi pensamiento
juramos una bandera,
brindamos, bailamos,
nos comprometemos
suelto
un latido de mas
por un nuevo comienzo
el cielo apenas alcanza
para cubrir nuestro suelo,
los acantilados costeros
del río y sus vueltas
me derramo en el mar
esa noche,
esa estrella
que nos orienta
en nuestra singular soledad
esconde la luna en el horizonte
emerge la mañana.
atrás se pierde
el vasto silencio
lunes, 16 de noviembre de 2009
sábado, 7 de noviembre de 2009
durmiente
mi tren atraviesa la estepa
nevada y sola
sigue el rastro de la nube de humo que genera
que copia los rieles de fierro
que se encuentran
en el horizonte
yo duermo
nevada y sola
sigue el rastro de la nube de humo que genera
que copia los rieles de fierro
que se encuentran
en el horizonte
yo duermo
estaciones
Bailan las llamas de mis bosques tribales,
mi cultura aérea de leyendas se quema
Y yo lluevo un llanto de ancestros
las tripas no existen
en mi cuerpo raíz,
de árbol del viento
quiero ser tronco y anillos y hojas silbando
quiero ser cualquier cosa menos el pusilánime que llora,
que se zambulle en sus abismos nocturnos
que se suicida todas las mañanas
con el cepillo de dientes
y el calzoncillo sucio
frente al espejo
empañado
sucesor de militantes del desaprender a volar
me ato
me alambro
y no me dejo ir
quiero correr cerro abajo
hasta tropezar
y caer
romperme la cabeza,
meter las manos en la sangre
que se vierte incontenible
y nadar en la corriente
que nace y derrama
y dormirme
abrazado
recordado
estaciones de seca
estaciones de flor y de fruta
estaciones de llanto
mi cultura aérea de leyendas se quema
Y yo lluevo un llanto de ancestros
las tripas no existen
en mi cuerpo raíz,
de árbol del viento
quiero ser tronco y anillos y hojas silbando
quiero ser cualquier cosa menos el pusilánime que llora,
que se zambulle en sus abismos nocturnos
que se suicida todas las mañanas
con el cepillo de dientes
y el calzoncillo sucio
frente al espejo
empañado
sucesor de militantes del desaprender a volar
me ato
me alambro
y no me dejo ir
quiero correr cerro abajo
hasta tropezar
y caer
romperme la cabeza,
meter las manos en la sangre
que se vierte incontenible
y nadar en la corriente
que nace y derrama
y dormirme
abrazado
recordado
estaciones de seca
estaciones de flor y de fruta
estaciones de llanto
Suscribirse a:
Entradas (Atom)