dormimos bajo la luna llena del viernes santo
en el refugio que está colgado de las nubes.
al día siguiente subimos rumbo a la cumbre
cortamos el cielo por los filos,
bajamos entre rimallas y corridos
y volvimos a subir hasta el paso
el paso llamamos nosotros a ese lugar accesible
que a milochocientos metros nos deja entrar en el valle
del mal llamado catarata o bien y poco llamado arroyo hueilapun
durante mucho tiempo buscamos esa pasada
hasta que un día migui, el negro, con lautaro y la tola
lo encontraron. desde entonces lo caminamos todos los años.
lo conocemos cada vez mas, lo vamos entendiendo y ahora vemos si es factible esquiarlo.
el sábado subimos entre otros con eric, el rojo, especialista en avalanchas
walt me dijo, Esta mañana, antes del alba, subí a una colina para mirar el cielo poblado,
Y le dije a mi alma: Cuando abarquemos esos mundos,
y el conocimiento y el goce que encierran,
¿estaremos al fin hartos y satisfechos?
Y mi alma dijo: No, una vez alcanzados esos mundos
proseguiremos el camino.
caminando bajo los cerros al lado del arroyo cristalino
recordaba a mi pequeño gran poeta fermin que me dijo
que la montaña no es metafora, es montaña
martes, 14 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario